Como corderos hacia el matadero, como el condenado que espera la gillotina, como la presa facil de un depredador.... Asi nos sentiamos cuando por primera vez nos vimos las caras y avanzabamos a lo largo de su acceso y su vistoso cauce. Con la primera bocanada de aire que nos lanzo, fue suficiente para tenerlo bien claro en el grupo, una rotunda retirada.
El inmenso glaciar que lo alimenta no cesa ni un instante, nutriendolo de una poderosa fuerza. Tuvimos que esperar mas de un mes para vernos las caras de nuevo ante este colosal colector. Su mas horrible presencia, se convirtio en una placida apariencia, aunque sin perder el mas minimo respeto por ello.
La sensacion que produce a tantos kilometros de casa el renunciar a bajar un barranco, explorar bajo tierra un nuevo pozo o escalar una montaña, podria ser sinonimo de tristeza, frustracion, derrota, fracaso.... Creo que es una equivocacion, creo que no veia mas alla de lo que dan mis ojos. Hay que saber aprender la leccion que da la montaña y percatarse de la descomunal fuerza de la naturaleza. Solo asi, te das cuenta que el saber renunciar en estos casos da conocimiento, sabiduria del entorno, humildad, y acabas con la leccion aprendida.
"....El color del agua y la roca gris lo hacen unico, entre otras cosas es lo que marca su distincion. Como un caramelo dulce en la boca, como tocar nubes de algodon al tacto, como el olor de las flores en el campo, pueden ser significados metaforicos a cuando te introduces en su seno y muestra sus escondrijos mas intimos. Un potente afluente en el ultimo tramo le agrega mas del doble del caudal, el rio toma bravura y se desliza por la fantastica roca gris de paredes abombadas. Curiosas y caprichosas formas en la roca moldeadas con paciencia y esmero por el incansable agua...."
Tan lejos y tan cerca, aquel dia una pequeña parte de nosotros quedo en aquel recondito lugar, por querer jugar con algo que no era nuestro.
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