lunes, 17 de diciembre de 2018

PALANGGENBACH


Erase una vez un patito feo,

El cual al nacer, sus hermanos se burlaban de el porque era distinto a ellos. Pasaban los días y el patito no mejoraba, se ponía mas feo, crecia demasiado rápido y era mas grande que los demás.
El patito feo se percató de que en ese lugar no lo querían y decidió escaparse. Al huir, llegó a una granja, en donde una vieja lo recibió; éste pensó que había encontrado un hogar. Ocurrió todo lo contrario, la vieja era mala y lo que quería era comérselo. El patito feo huyó de ese lugar.

Otro de los rapeles
Primer rapel





















Llegó el invierno y tuvo que pasarlo solo. Pasó momentos de hambre, frío y de miedo; ya que tenía que huir de los cazadores. Llegó la primavera y el patito feo fue a un estanque, en donde se encontró con unos cisnes. Al verlos se sintió triste porque estos eran bellos y el no. Decidió hablarles y les dijo que si podía estar en el estanque junto a ellos. Le dijeron que sí; que todos eran como hermanos. El patito feo le dijo que no se burlarán de él y los cisnes le dijeron que porque se burlarían de él si eran iguales. El patito feo se vio en el reflejo del agua y observo que era un hermoso cisne, siempre lo había sido! Desde aquel día el patito tuvo toda la felicidad que hasta entonces la vida le había negado.
 
Cabecera de la C55
 
Mis compañeros han sido un poco duros con este descenso, se han arrojado criticas afectuosamente. Me he inspirado en el cuento del patito feo porque el ser un barranco diferente a los demás que brillan de forma distinta no arroja motivo para que sea un cañon impensable. Ni todos los buenos son tan buenos, ni todos los malos son tan malos, con los barrancos pasa lo mismo. La auténtica belleza está en la personalidad de cada uno, y en los barrancos pasa lo mismo. Detrás de cada cañon hay una historia, y esa historia puede compensar las carencias que ofrece el recorrido. Cada actividad tiene la importancia que cada uno quiere que tenga, pero esa importancia, va mucho mas alla de la belleza o deportividad, es algo trascendental y que no se puede ver, tan solo sentir. Mi relato sobre Palanggenbach comienza dos años atrás de haberlo realizado, y empieza asi...
 
Cuarto rapel
 
Enero de 2016 en Altdorf. He venido hasta aquí para reunirme con Sacha y realizar el cañon. Sabemos que se abrió en Noviembre  del 2014 y que desde entonces no hubo ninguna repetición. Es extraño, que un cañon con unas fotos bonitas y de mucho agua, aun no se haya repetido. Hace un frio siberiano espantoso y hay tanta nieve recién caída a ras de autopista, que me veo obligado a dejar mi coche aparcado y continuar en el de Sacha con ruedas para nieve. No daba crédito al frio que hacia y la cantidad de nieve, creo que fue la primera vez que me encontré con el pleno invierno suizo. No era el momento ni las condiciones para ello, no queríamos sufrir mas de la cuenta por una cabezonería nuestra. Ese fue el primer intento frustrado de Palanggenbach y pasaron dos años...

Tercer rapel
Segundo rapel





















Al cabo de dos años, necesitábamos quitar la espina clavada y asi fue. Llego el momento de ver lo que nos perdimos en aquel inicial propósito. Pero esta vez fue como la noche y el dia, no había nieve, ni tampoco hacia frio como la inolvidable primera vez. Tan solo recuerdos, que a pesar de que el tiempo pase, no se borran. Palanggenbach, quizás se convierta en uno de los cañones mas olvidados por los barranquistas intrépidos. Pero a mi me regalo una bonita historia que nunca olvidare, todo lo recuerdo con mucho cariño. Y asi es como descubrimos las entrañas de este misterioso y poco agraciado patito feo.
 
Quinto y ultimo rapel
 
ACCESO - APROXIMACION - DESCENSO

La combinación de coches no es imprescindible pero si muy aconsejada. La pista de acceso es privada y necesita un permiso que cuesta 20 francos y se saca en una pequeña panadería de madera en Seedorf. Aqui aconsejo respetar el tramite por historias vecinales que escuchamos realmente negras, estamos en la suiza profunda.
El barranco es de ambiente dramático, formado pero no se llega a estrechar como para que el caudal sea peligroso. La formación es algo siniestra, con roca extraña y de mala calidad con riesgo de desprendimientos. Pero lo peor es el cauce caótico del comienzo y del final antes del ultimo rapel de la presa. En total son 5 rapeles con una altura máxima de 55 metros. A pesar de los tramos de caminar, el barranco se hace rápido. No se trata de un barranco glaciar, pero no lo intentéis en verano... monstruoso!

 

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