lunes, 26 de noviembre de 2018

GAMCHI 2018


"Octubre de 2018. He conducido durante todo el dia hasta el parking de Griesalp, estoy muy cansado y apenas tengo hambre. La temperatura en el ambiente no es lo suficientemente fría como para pensar que un cañon glaciar de Oberland esta en condiciones, pero asi lo hemos decidido antes del viaje. Me acerco al rio antes de meterme en el saco de dormir y veo un caudal imposible para Gries y tambien desesperanzador para Gamchi aunque lleve menos agua, eso lo decidiremos mañana.
Esa noche la descanso de maravilla y a las 8:00 am ya aparecen Sacha y Cédric. Nos preparamos y emprendemos el acceso que sin darnos cuenta nos deja en la esplanada donde termina el cañon. Hemos ido viendo el caudal previamente y aunque parece alto, lo vemos factible"  
 
Cuenca superior de Gamchi
Entrada al abismo
Ultimo rapel

















 
 
 
 
Han pasado siete años de una primera vez, dos repeticiones, varios trekkings por la zona y sigo pensando que es el cañon que mas me transmite de todos los aquí presentes. Por encima de la locura de Segnes, el impresionismo de Trümmelbach y la brutalidad de Gries, el conjunto de Gamchi es la actividad mas emocional y sensitiva que he podido hacer. Sentir esa plenitud absoluta junto con tus compañeros, crear un estado de misticismo con el lugar, sentir ese contacto del alma con la divinidad mas intima de Gamchi. Esto no tiene precio. Siento que he tocado el techo de mi satisfacción personal hasta ahora, lo que hice en el pasado lo clasifico por capítulos, lo que venga después no me preocupa. Quizas pueda cambiar de opinión pero la decadencia vendrá tarde o temprano. Para poder apreciar todas esas impresiones personales, es necesaria una devoción en grado máximo por algo en lo que crees y admiras.
 
Sacha trabajando encima del abismo
Resalte
Rapel turbulento


















 
 




















Dentro del colector el caudal imponía respeto, nunca vi Gamchi tan embrutecido. Al borde del abismo antes de entrar en la cueva, el ruido pero sobre todo el color del agua daba miedo, un color opaco, grisáceo y lechoso, agua realmente perjudicada por la fusión glaciar. Alli colgaos en el vacio pensé que se nos había ido la olla con el caudal. El desviador para bajar el rapel largo fue imprescindible y su descenso verdaderamente impresionante, pensar que es la entrada a la cueva y que el aire que forma la poderosa cascada cayendo 60 metros no tiene onda expansiva para los lados y tira todo para adelante, se concentra todo el huracán en poco mas de un metro de cauce, el agua pulverizada en el aire y el vendaval eran dantescos. Tuvimos que meter un segundo anclaje en uno de los resaltes siguientes ya que era imposible bajar sin cuerda.
 


















 
 
 
 
 




















Poco a poco fuimos ganando terreno y bajando los rapeles intentando esquivar el agua. Todo era un espectáculo, coger de esta forma Gamchi es una experiencia única. Al final vimos que no fue tan complicado como parecía. El rapel de 30 metros en la catedral es por lo activo, no tengo palabras para describir aquello, la belleza y la inquietud de ver desaparecer a tu compañero en una muralla de agua que parecía descomunal, en la mas completa oscuridad bajo la tenue luz de su frontal. No tenemos fotos de ese rapel y de otros tantos porque era imposible que salieran bien por el spray del ambiente. Poco después, se nos abrió la luz natural por encima de nosotros donde pudimos hacer el ultimo rapel. Es la ultima parte del barranco, ya hemos pasado toda la parte deportiva y ahora solo queda el ultimo corredor que lo progresamos torpemente a consecuencia del color del agua, imposible ver lo que pisas.
 
Sacha
Cédric






















Oscar
 
Salida























Fotos mias y de Sacha
 

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